En Chile, las instituciones que responden ante desastres son corporaciones de derecho privado, pese a que reciben un exiguo aporte presupuestario fiscal. Su recurso humano está conformado por Voluntarios de los Cuerpos de Bomberos y Brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Ello sin perjuicio del rol histórico de solidaridad social por Carabineros de Chile.
El Estado como Política Pública está presente mediante el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) que tiene las funciones de planificar, coordinar, organizar, asesorar y supervisar las actividades afines a la gestión del riesgo de desastres.
Siendo nuestro país foco de incendios, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas e inundaciones, se hace necesaria una evaluación que replantee las funciones del SENAPRED, para analizar la incorporación de la función ejecutiva que integre una fuerza táctica u operativa especializada. Dicho personal debiera poseer perfil y competencias para entregar una respuesta técnica y oportuna en nuestro largo territorio e inclusive en países vecinos.
Crear una fuerza operativa con características de rápido desplazamiento, permitiría salvar vidas de personas, ecosistemas, bienes públicos y privados.
Hero Negrón Schlotterbach
Presidente
Centro Nacional de Estudios del Orden Público – CENEOP
ceneop.org